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14- Camino Aragonés – Etapa 5ª Sanguesa -Abinzano
Una vez pasadas las vacaciones estivales, hemos vuelto a revivir el Camino Aragonés realizando la 5ª etapa Sanguesa-Abínzano. El pasado 27 de mayo habíamos terminado en “la ciudad que nunca faltó” y hoy a las 9,30 h. después de ver el ambiente festivo de Sanguesa, que celebraba sus fiestas patronales, hemos iniciado nuestro camino, un numeroso grupo de El Roble-Le Châine.
Antes de salir contemplamos e inmortalizamos la visita externa con unas fotos a la portada de Santa María; traspasamos el puente de finales del siglo XIX sobre el río Aragón y camino de Rocaforte se pone en marcha nuestra nueva andadura.
Son las 9,30 h. de la mañana y el sol empieza a fundirnos con todas sus fuerzas. La subida a Rocaforte es fuerte pero las fuerzas están todavía intactas. Nos agrupamos y proseguimos para internarnos por la sierra de Salajones. El primer oasis de la ruta está en la fuente San Francisco, donde se ha habilitado una zona de recreo con merendero y varias barbacoas.
Como solo hemos recorrido 3 km, no paramos y continuamos por terreno abierto, sembrado de campos de cereal, vides y olivos dispersos bajo el parque eólico, en el que no hay ni un solo árbol en el camino que nos dé un poco de sombra. El camino es sin fuertes repechos pero de continua subida durante 6 kms. El sol se ha envalentonado y el sudor con el consumo de agua empieza a ser permanente. Sobre las 11,10 h. llegamos al único lugar sombrío cobijándonos en un túnel situado debajo de la carretera de los Altos de Aibar. Parece que es un lugar idóneo para descansar por los mensajes escritos en sus paredes y los monolitos que los peregrinos han dejado en su breve descanso.
Tras el almuerzo y el refresco correspondiente, seguimos nuestra ruta por sendas entre pinares y con vistas al pueblo de Lumbier por el que vamos bajando rápidamente por la ladera de una montaña hasta meternos en zona del barranco Basobar, alcanzando el km, 12.
Proseguimos por pistas forestales con la única referencia de la cercana línea de aerogeneradores en la cresta de la sierra de Izco. Alcanzamos los 770 mts de altitud y los 16 kms de recorrido. Hay un momento en el que calor y con las pocas reservas de agua, tenemos que parar bajo un pino para hacer un breve descanso y reponer fuerzas con algo de fruta porque el agua que teníamos estaba a temperaturas no apta para el consumo.
A partir de aquí, el camino es más llevadero ya que descendemos hacia el Valle de Ibargoiti, bajo un pequeño bosque de coníferas que nos lleva directamente a Izco.
La llegada a Izco es gratificante. Podemos ver a la entrada del pueblo un crucero moderno y un panel informativo del valle y sus poblaciones, pero lo mejor ha sido una fuente que nos ha dado vitalidad. Todos hemos ido a beber y refrescarnos, intentando vencer el excesivo calor que hemos soportado todo el camino.
Selladas nuestras credenciales en el Albergue y tras una breve parada, hemos seguido hacia Abínzano, destino final de hoy recorriendo los 20 kms, previstos.
En este pequeño poblado, por mor de Tobías, compañero de andadura , nos han obsequiado en la casa rural Lantxurda, propiedad de un familiar suyo, a unos refrescos y a una sentada en cómodas sillas bajo una estupenda sombra del soportal de la casa.
Tras un buen momento de conversación, descanso y comentando los pormenores de la etapa, nos hemos hecho la fotografía de familia y hemos vuelto a Pamplona. Un mini grupo hemos terminado la jornada comiendo en hermandad en un restaurante y con una sobremesa de gran animación.
El día ha sido estupendo, el camino muy bonito y el único inconveniente el fuerte sol que ha minado a más de uno sus fuerzas, solamente repuestas por el buen ambiente reinante entre todos.
José Ángel Paz García
Juan
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