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lunes, 10 de octubre de 2011

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Etapa 7ª:  Tiebas – Puente la Reina.  30 de septiembre de 2011
La última etapa del Camino Aragonés ha sido un poco más numerosa que las anteriores. 18 asociados hemos partido de la estación de autobuses para culminar un recorrido que lo iniciamos en Somport, el día 20 de mayo y lo hemos terminado en Puente la Reina el día 30 de septiembre de 2011.
Sobre las 8,30 h. llegábamos a Tiebas, lugar en donde acabamos la etapa 6ª el viernes anterior. Sellamos nuestras credenciales en un establecimiento del pueblo y  ¡ a  caminar ¡. El sol todavía incipiente ya mostraba su fuerza luminosa y con un  calor agradable suavizado por un fino airecillo nos  invitaba a caminar rápidos y cómodos.
Los primeros kilómetros, hasta llegar a Muruarte de Reta  fuimos bordeando, pero por un alto la autopista y la N-121. Después de pasar por debajo de la autopista y vía férrea llegamos a este pueblo, pequeño pero bien conservado en el que seguramente sus vecinos viven perfectamente en sus casas medio solariegas y de nueva construcción.
Después  pasamos  Olcoz donde hay una torre reconstruida de estilo medieval.  Nuestra ruta nos adentraba en la comarca de Valdizarbe, pudiendo ver Añorbe, Tirapu, Ucar y algún otro pueblo más. El trazado del canal de Navarra hace su presencia y se nota su fruto en las  grandes extensiones de regadío, sembradas de maíz.
En Eneriz, pueblo acogedor y en evolución por sus nuevas casas y su urbanización moderna, paramos al almuerzo. Aprovechamos para sellar nuestro paso por el pueblo y sin muchas prisas, nos ponemos en ruta.  Antes de llegar a la iglesia de  Santa María de Eulate pasamos por un bien cuidado sendero en el que han marcado con esmero en unas placas,  su nomenclatura técnica, el nombre popular con el que se les conoce, etc. de todos los arbustos y plantas que componen ese frondoso paso hasta ver su silueta.
“De la historia de Santa María de Eunate, podemos señalar que es una iglesia románica ubicada en campo libre, a 2 km. de Muruzábal.  Se halla en el lugar donde se juntan los Caminos de Santiago de Somport y de Roncesvalles.  Tiene  estilo Románico (s, XII). Como está lejos de un pueblo y se han encontrado vieiras (atributo tradicional de la peregrinación jacobea) en las tumbas que se hallan en la iglesia, se opina que fue un hospicio para los peregrinos.”
“Es una  planta octogonal y está rodeada por una galería porticada de 33 arcos, con capiteles decorados. La armonía de la planta octogonal queda rota por un ábside pentagonal y una torreta de planta cuadrada adosada al lado de la Epístola. En los muros exteriores se alternan ventanas caladas y ciegas y dos puertas de acceso, la del norte ante el Camino, muy decorada, y otra de más sencilla hacia poniente.”
“La originalidad de la concepción arquitectónica de este templo y su situación aislada han llamado mucho la atención de visitantes y estudiosos. La planta centralizada, aunque conocida, no fue demasiado usual en el Románico hispano; existen ejemplos como la iglesia de san Marcos de Salamanca (circular) o la Vera Cruz en Segovia (decagonal), pero sustancialmente diferentes al edificio que nos ocupa. La construcción más semejante, cercana además a Santa María de Eunate, es la iglesia de Torres del Río, también en Navarra. Ambos edificios comparten formas muy similares, aunque en la última falta la galería de arcos de Eunate, que constituye una rareza verdaderamente excepcional. Todos estos edificios citados han sido relacionados con ciertos grupos a los que se les suponen prácticas o ceremonias particulares, como los Templarios. Lo cierto es que el octógono, forma básica de la planta de Eunate, reúne simbolismos muy antiguos; el número ocho era el símbolo de la resurrección para los judíos, y edificios con forma octogonal fueron usuales en el arte paleocristiano y bizantino”.
Después de admirar todo lo posible esta maravilla del Siglo XII nos sacamos una foto en uno de sus pórticos y sellamos la credencial por ser un lugar mítico del Camino, tanto Francés como Aragonés y seguimos hacia Obanos, pueblo con una interesante historia dentro de la Comunidad Navarra.
“ Obanos, en el siglo XIII era el lugar más frecuente donde se reunían  los infanzones de Navarra en las Juntas de Infanzones de Obanos a la que dieron el nombre. Se trataba de amplia hermandad de las fuerzas sociales del reino de Navarra, en particular de la pequeña y media nobleza, frente a los posibles abusos de los monarcas. Sus miembros se agrupaban en cinco comarcas, Miluce, Arteaga, Irache, la Ribera y Obanos. Fue disuelta por los reyes Juana III y Felipe III de Evreux. En su sello constaba el lema “ Pro libertate patria gens libera state”  (De pie la gente libre a favor de la libertad de la patria o Para que la patria sea libre que sus gentes sean libres). Letrero que hemos podido ver en una pared de una calle de este villa.  En 1665 fue ascendido a la categoría de villa segregándose del ayuntamiento de Valdizarbe. Sin embargo no consiguió tener asiento en las Cortes de Navarra.
Unas fotografías en el arco de la plaza mayor e igualmente el sellado de la credencial que justifica el paso por esta villa de infanzones.  Muy cerca del rio Robo, y entre huertas con sus hortalizas del tiempo, atravesamos el tramo que nos falta para llegar a Puente la Reina, fin de etapa y del Camino Aragonés.
“Puente la Reina (en euskera y de forma cooficial Gares) es una villa y un municipio de la Comunidad Foral de Navarra, del valle de Valdizarbe  que tiene una población de  2.867 habitantes. Esta villa es un punto importante en el camino de Santiago por juntarse en ella todos los caminos que vienen desde Francia. Coloquialmente a la. localidad se le llama sólo  Puente y a sus  habitantes  puentesinos/as. En euskera garestarras.”    Hacia el s. XII se edificó junto al puente una ciudad de trazo rectangular, con una calle mayor y otras dos calles aproximadamente paralelas flanqueadas por casas e iglesias. El puente dio así nombre al pueblo.
Son las 12,30 h y damos un paseo por la villa. Visitamos  la iglesia del Crucifijo, perteneciente a la Orden de Malta En su interior, un magnífico Cristo gótico de origen germánico, con una original forma de Y. Un rato de oración silenciosa y una explicación del origen estilístico de la imagen y la cruz, sacada de un tríptico que los Padres Reparadores han suministrado a los fieles.
Después pasamos a visitar la iglesia  Parroquial de Santiago (s. XII). En su interior, talla románica en madera del apóstol Santiago el Mayor que, por estar cubierta de hollín cuando se descubrió, es conocida como "Beltza" (negro). Talla de la Virgen del Rosario; de San Bartolomé, en piedra; rico retablo barroco. Tibores chinos de la Dinastía Ming en el presbiterio.
Como colofón de nuestra visita  nos acercamos al puente que le da nombre a la villa.
 “La tradición dice que el nombre de Puente la Reina proviene del puente románico sobre el río Arga, que fue mandado construir en el siglo XI por una anónima reina de Navarra. Generalmente se hace referencia a que esta reina fue Doña Mayor, esposa de Sancho el Mayor o Doña Estefanía, mujer de García el de Nájera. Su longitud es de 110 metros, por donde discurre una calzada de 4 metros de anchura, mientras que está sostenido sobre 6 arcos de medio punto y 5 pilares.
Ahí se guardaban imágenes de Santos para la devoción de los peregrinos. También consta la existencia de un Crucifijo y una Cruz de piedra, así como un lugar destinado a las limosnas que peregrinos y visitantes destinaban a los presos de la cárcel. Estas expresiones socio-culturales fueron desapareciendo con el paso de los siglos. Algunas piezas aún se conservan, si bien no en sus lugares de origen, y el puente se presenta hoy como símbolo de una población antigua y a la vez moderna estrechamente ligada a la religión. En el centro había, hasta 1834, una hornacina con una imagen de la Virgen del Puy, donde se sitúa la leyenda del txori (el pajarito, en euskera).
Una fotografías del entorno, del grupo y de nuevo por su calle Mayor regresamos al Albergue Jakue, donde compartimos un menú 16 peregrinos del grupo El Roble. Una buena comida, una mejor sobre mesa y mucha camaradería para celebrar el final del Camino Aragonés, en el que han participado en sus diferentes etapas 31 socio.
A las 16,30 hemos regresado  a Pamplona y con un saludo cariñoso hemos dado fin a un proyecto que se fraguó en el año 2010, tras haber terminado el Camino Francés.   
José Ángel Paz García

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